top of page
IMG_6759_edited.jpg

Acerca de Nosotros

image13.jpg
20230116_164250.jpg

Nuestra Misión

RAÍCES Global de La Cumbre, República Dominicana es un modelo con proyectos de conservación agrícola que a su vez demuestran el poder que tiene la comida para sanar el cuerpo. Estas iniciativas se enseñan en el centro de educación del Instituto RAÍCES en La Cumbre del Salcedo.

​

​Nuestro propósito es aumentar la cubierta forestal y el hábitat silvestre mientras producimos abundante comida nutritiva. El entrelazar sistemas agrícolas con ecosistemas forestales puede ofrecer una solución a la degradación ambiental y pérdida de biodiversidad. Aspiramos a demostrar que la agricultura no tiene que tener un impacto desproporcionado en el ambiente; impacto que exacerba el caos climático, que degrada el ambiente y que asegura la pérdida de biodiversidad. De manera colectiva podemos convertir paisajes deforestados y desertificados por pastoreo en sistemas forestados que apoyan dietas basadas en plantas y que a su vez rejuvenecen ecosistemas—transformando lo que es hoy una de las actividades humanas más dañinas en un proceso regenerativo de manejo ambiental que satisface y supera las necesidades nutricionales. Utilizamos un proceso conocido como agroforestería sintrópica.

¿Qué es agroforestería sintrópica?

syntropy2.jpg

La agroforestería sintrópica depende de esquemas de siembra inteligentes, biodiversos y densos para recobrar un rendimiento de alimentos comparable o superior a aquellos que dependen de recursos externos. Este enfoque usa como modelo el bosque natural y envuelve cubrir el área densamente con restos orgánicos para mejorar el suelo e intercalar cultivos índices al igual que especies de apoyo. La meta final de la agroforestería es tener rendimiento durante cada etapa de forestación, culminando en un sistema forestal capaz de sostener biodiversidad junto con las necesidades humanas. La agroforestería se originó como tal en Brazil y ha sido adoptada con éxito globalmente.

 

La agroforestería sintrópica se aprovecha de procesos ecológicos naturales para hacer una serie de transiciones que van de lo simple a lo complejo. Contrario a entropía, la sintropía se refiere a la energía dentro de un sistema que está disponible para crecimiento. Un sistema sintrópico aumenta esta capacidad con el tiempo. Según los ecosistemas evolucionan, apoyan más especies de plantas capaces de sacarle partido a la luz solar, resultando en aún más concentración de energía. Estos procesos mejoran la salud del terreno, fomentan la biodiversidad y favorecen plantas longevas. A través de un plan y manejo cuidadoso, la ejecución exitosa en cadena de este proceso puede producir un sistema cada vez más sostenible con su propio sistema de irrigación y fertilización, parecido a un bosque. 

 

En el transcurso de sucesos y a través de múltiples iteraciones, la roca y la tierra pueden convertirse en un bosque de crecimiento viejo. Estas etapas se categorizan comúnmente como pionera, intermedia y apogeo. Las especies pioneras, aquellas primeras formas de vida que aparecen en espacios deteriorados, son capaces de explotar ambientes de pocos recursos. Estos pioneros son usualmente pastos, hierbas perennes o arbustos que pueden germinar y crecer en condiciones severas a pleno sol. Durante la fase intermedia aparecen árboles de crecimiento rápido, eventualmente formando un enramado que le da oportunidad a especies que viven mucho tiempo a la sombra. La fase del apogeo representa la culminación de la sucesión y puede persistir indefinidamente. Trastornos, ya sea por fuego o por la muerte de árboles que dominan el enramado, desencadenan esta sucesión ecológica de nuevo, creando espacio para otras especies pioneras, sólo que esta vez se encuentran con un ambiente más fértil. Trastornos repetidos realzan la disponibilidad de energía, contribuyendo al desarrollo de bosques de crecimiento viejo durante las últimas etapas de esta secuencia.

 

Las prácticas convencionales de agricultura a menudo dejan a los sistemas estancados en la fase pionera o intermedia. El arado le da comienzo al reloj otra vez, liberando energía para las plantas anuales que adoran el sol, pero esto debilita el sistema haciéndolo dependiente de aportaciones externas. En cambio, la agricultura guiada por principios sintrópicos fomenta el proceso de sucesión siempre que sea posible. Aunque los ciclos de sucesión natural pueden tomar entre 250 - 350 años, el  manejo activo acelera y condensa estos procesos. Cada etapa representa una mejoría en el medio ambiente en general y mayor fertilidad,  eventualmente llegando a la fase de apogeo.

¿Cómo estamos empleando los sistemas sintrópicos de agroforestería?

587197C5-3E3A-4311-A470-C822BC3A57C3.jpg
image21.jpg

La agroforestería sintrópica se basa en tres prácticas: la poda para estimular crecimiento, la acumulación sustancial de material orgánico sobre el terreno y por fin esquemas de siembra estratégicos para llenar cada nicho ecológico. Los árboles de crecimiento rápido de la fase intermedia, leguminosas que fijan nitrógeno, se podan periódicamente para proveer luz y masa biológica. Podar estos árboles permite la entrada de nitrógeno al terreno, dándole un empujón que fomenta el crecimiento y aumenta el rendimiento de vegetación adyacente. La infusión de nutrición va a depender del tamaño y la diversidad de los árboles que se podan. La poda también aumenta la capacidad de fotosíntesis, fomentando un crecimiento rápido y robusto.

 

En ambientes desgastados, la regeneración rápida del terreno es esencial. Cubrir el suelo o mulching juega un papel vital en este proceso, ya que introduce vida al suelo. Madera triturada rica en nutrientes, de ramas jóvenes o árboles y arbustos de pequeño diámetro, se descomponen rápido y estimulan actividad biológica aumentando el contenido de material orgánico. Además, esta cubierta retiene humedad y suprime el crecimiento de hierbajos, creando espacio para que las especies deseadas crezcan y se establezcan. Cuando se fortalece el ecosistema del terreno, mejoramos la retención de agua y expandimos las redes de hongos, formando la base para un sistema agroforestal resiliente.

RAÍCES Global de La Cumbre, República Dominicana emplea sistemas sintrópicos agroforestales para contrarrestar las tendencias de desertificación y restaurar ecosistemas forestales, mejorando la biodiversidad, la salud del terreno y las economías locales.  Esta iniciativa comprende varios sistemas, cada uno hecho a la medida del contexto, considerando factores como la pendiente, el aspecto solar y el tipo de suelo. Durante la fase inicial, cuando la luz solar es abundante, se pueden sembrar plantas anuales, haciendo la transición a perennes longevas según el sistema madura.

Sembrados propiamente espaciados maximizan el uso de luz solar. Para optimizar la productividad, los sistemas agroforestales se alinean estratégicamente con el contorno del terreno. El espacio entre filas depende de la pendiente y generalmente es de entre 4 y 6 metros. En cada fila, los árboles se arreglan para captar el máximo de energía. Por ejemplo, los aguacates que adoran el sol ocupan el tope, mientras que el café, cacao o los cítricos que gustan de la sombra, se siembran monte abajo.

 

El impacto de una agricultura que ha dominado el uso de la tierra y la consecuente pérdida de biodiversidad son austeramente visibles en la República Dominicana, como en tantos otros lugares del mundo. Muchas  prácticas agroforestales que una vez eran populares, se han reemplazado con agricultura de cortar-y-quemar dependientes de gran cantidad de fertilizantes y pesticidas. RAÍCES Global servirá para reintegrar prácticas agrícolas wholísticas que aprovechan procesos naturales para simultáneamente reforzar el ambiente y la producción agrícola. El centro educativo servirá como una oficina de extensión agrícola con proyectos adyacentes que demuestran el potencial de beneficios de los sistemas agroforestales.

DSC_6060.JPG
coffeerust.jpg

Empleados

Copy of IMG-20191013-WA0000_edited.jpg
bottom of page