La Educación Regenerativa
Los modelos de educación tradicionales se quedan cortos en cuanto a infundir un sentimiento de poder, especialmente en lo que respecta a asuntos ambientales. Esta falla lleva a que uno sienta una desolación profunda y fomenta impotencia y apatía ante las amenazas existenciales atadas al cambio climático, la pérdida de biodiversidad y el desgaste ambiental. En cambio, la educación regenerativa facilita nuestro rol como agentes empoderados para crear cambio positivo.
La filosofía de educación regenerativa se basa en “hacer posible y desarrollar el entender patrones… (de manera que) los estudiantes se entregan a la actualización propia, la actualización de sistemas y la realización de sistemas.” Más específicamente, estos procesos se encaminan hacia la exploración de sistemas integrales, más allá que los modelos de educación tradicionales que se enfocan en memorización y repetición en áreas y tema aislados. Al movernos hacia el cambio entero de sistemas, los estudiantes reconocen la complejidad necesaria para re-definir los sistemas vigentes y adoptar nuevos paradigmas que reflejen un mundo cambiante. El propósito es facilitar y empoderar a los estudiantes para que puedan articular sus propósitos, sus intenciones y sus llamados para generar cambios positivos, en especial para re-imaginar” un sistema de comida que de vida, mejore y restaure.
En fin, este aprendizaje desencadena posibilidades y potenciales no reconocidos en nosotros, entre nosotros y en el mundo natural, permitiendo alcanzar una mayor capacidad para nutrir, apoyar y dar vida. Este tipo de educación enfatiza los siguientes cinco componentes:
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Se basa en soluciones. Se enfoca en aprender mediante innovación — un proceso que desarrolla percepción, interés y entusiasmo. En este ambiente uno aprende envolviéndose en proyectos de la vida real.
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Honra comunidad y reflexión. La educación regenerativa exige envolverse de manera significativa con la comunidad, unos con los otros y con uno mismo. De esa manera tenemos que explorar nuestros puntos de vistas y acciones mundiales; quiere decir que nos tenemos que preguntar: ¿Quién se está beneficiando de nuestras prácticas y qué ideas se están manteniendo y perpetuando? ¿Estamos creando igualdad e inclusividad con nuestras acciones? ¿Se está celebrando toda vida?
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Reconoce a los maestros como facilitadores. En este entorno, los maestros desarrollan actividades y proyectos que intencionalmente resaltan y añaden a las experiencias, ideas y potenciales únicos que traen los participantes. Los estudiantes aprenden unos de los otros a la vez que desarrollan mayor consciencia de sus propias fortalezas, habilidades y destrezas.
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Es un curso y es continuo. Una vez terminan los talleres en vivo y se acaban los programas, los estudiantes se mantienen en contacto a través de sistemas de apoyo para desarrollar y expandir sus ideas, proyectos y prácticas.
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Está centrado en el entero. Todo aprendizaje dentro de este sistema reconoce la interconexión de la actividad humana con la gran red de la vida.
